EL TRABAJO NOCTURNO ES INDISPENSABLE PERO DEBEN PALIARSE SUS CONSECUENCIAS
Las
personas que se ven obligadas a trabajar entre las diez de la noche y
las seis de la mañana suelen sufrir diversos problemas tanto físicos
como psicológicos. Te contamos cómo hacerles frente.
Trabajar
en horario nocturno resulta indispensable en ciertos sectores, como en
el caso de los profesionales sanitarios, los transportistas, los
distribuidores de prensa, o aquellos que velan por la seguridad común,
como los bomberos o las fuerzas de seguridad, pero, además,
cada vez son más las empresas que no cesan su actividad ni de día ni de
noche, bien por la demanda de los usuarios (estaciones de servicio,
farmacias, tiendas de alimentación, locales de ocio...), o para
compensar el alto coste de la maquinaria adquirida para manufacturar los
productos que comercializan.
También
influye la globalización económica y comercial que implica una
ampliación de los horarios, ya que cuando en España llega el momento de
irse a la cama, comienza la jornada laboral en otros puntos del planeta.
Trabajar
por turnos las 24 horas del día, los siete días de la semana, supone
también un incremento de la plantilla que beneficia a los trabajadores
que buscan empleo.
Además, por lo general en los turnos de noche los
salarios son superiores y algunas personas, por sus circunstancias
personales, incluso prefieren este horario.
Sin embargo, los
especialistas advierten de las repercusiones que tiene sobre la salud el
hecho de no dormir durante la noche
Por eso, si no hay más remedio que trabajar en turno de noche, al menos
se deben seguir una serie de recomendaciones que contribuyan a paliar
las consecuencias en la medida de lo posible.
Consejos para los trabajadores del turno de noche
Duerme las horas necesarias,Como mínimo, seis horas diarias, con independencia del turno que
realice. Si no es bastante para que te sientas bien, deberás incrementar
el número de horas. Además de dormir, también te sentirás mejor si
descansas lo suficiente, porque de esta forma se recupera el desgaste
físico y se alivia la fatiga.
Prepara el dormitorio para que tenga las condiciones adecuadas de luz, temperatura y aislamiento acústico que faciliten conciliar el sueño.
Siempre que sea posible procura que tu dormitorio esté situado en el
lugar más tranquilo de la casa. Puedes utilizar tapones para los oídos
para minimizar los ruidos que no puedas evitar.
Establece un horario regular para dormir, precedido
de acciones rutinarias, como lavarse los dientes, ducharse con agua
caliente, leer un rato. Esto sirve para que el cerebro asocie estas
actividades con el momento de dormir.
Prueba con distintos horarios si le resulta difícil dormirse.
Si no consigues dormir suficientes horas seguidas, inténtalo
fraccionando el descanso y echando una siesta antes de entrar a
trabajar, por ejemplo. En este caso debes asegurarse de que estás
suficientemente alerta para comenzar la jornada laboral, ya que una
breve siesta, cuando no se ha dormido lo suficiente, puede hacer que te
sientas somnoliento.
No es bueno acostarse con hambre,
es mejor que comas algo antes, pero debe ser ligero porque una
digestión pesada puede dificultar conciliar el sueño. Tampoco bebas
alcohol porque, aunque en principio provoca somnolencia, después causa
despertar precoz y le impedirá dormir lo suficiente.
Las personas que convivan en la misma casa deben
respetar al máximo tus horas de sueño, y no realizar actividades
ruidosas, como pasar la aspiradora, poner la lavadora o escuchar la
televisión o la radio a un volumen que perturbe tu descanso.
Aprende métodos de relajación que te ayuden a desconectar del trabajo antes de meterte en la cama.
Practica algún deporte o,
por lo menos, realiza una actividad física entre moderada e intensa de
forma regular. Esto te ayudará a mantener tu salud y a dormir mejor.
Organiza tu calendario de
manera que puedas dedicar tiempo a tu familia y amigos sin que te
resulte agotador. Una jornada laboral que no coincide con la del resto
de personas del entorno, puede provocar aislamiento social, originar
trastornos emocionales y ser motivo de divorcio, entre otros problemas.
Limita el consumo de cafeína y otros estimulantes.
Aunque durante tu jornada laboral puedan resultar de ayuda para
mantener la concentración, su efecto puede prolongarse e interferir con
tu descanso.
Procura mantenerte bien hidratado durante
el turno de trabajo, bebiendo agua con regularidad. Si tienes hambre,
toma algo ligero (fruta, un yogur, cereales, un puñado de frutos secos) y
evita ciertos alimentos como las patatas fritas, los bocadillos de
embutidos grasos y los dulces, que podrían hacerte ganar peso y afectar a
tu salud, al elevar los niveles de colesterol.